En Perú se dio una reforma de Estado en el año de 1996, esto sucedió porque anteriormente el Estado se caracterizaba por tener políticas nacionalistas (1968 - 1975) que al final de cuentas no lograron evitar el deterioro social y la crisis del mismo en el periodo (1985 - 1990). Como consecuencia se da un cambio de paradigma económico de 1990 a 1996, con ello se realizan reformas constitucionales, se tiende a las privatizaciones, a la regulación de monopolios naturales, reformas tributarias, reformas del gasto público entre otras medidas, posteriormente se da un proceso de descentralización.
Dado el contexto anterior han surgido algunas críticas sobre el proceso de reforma del Estado, algunos escritores como Raúl Bravo Sender consideran en lo que respecta a la Reforma Tributaria, que para que esta sea eficiente debe existir estabilidad en los manejos de los recursos del Estado, y que exista transparencia y equilibrio en cada ejercicio fiscal., no obstante arguye el mismo autor que un elemento importante y propio del Estado es dar confianza a los inversionistas a través de la administración de la Justicia, y es precisamente este elemento pieza fundamental para que tengan sentido todas las reformas hechas al Estado.
Por otro lado el Economista Peruano José Talavera Colugna hace algunas recomendaciones para que se lleve a cabo una Reforma del Estado eficiente [1]:
1. Una primera tarea en la Reforma del Estado es conocer el numero de servidores públicos, las distintas formas monetarias y no-monetarias de remuneraciones que los mismos perciben, y que tareas están cumpliendo. Sorprendentemente no tenemos estadísticas confiables que nos permitan conocer el tamaño del Estado y la única manera de identificar la existencia de cuellos de botella o falencias es conociendo dichas estadísticas.
2. La ley de Partidos políticos es una reforma indispensable de tal manera de dotar a organizaciones políticas de un sendero temporal más largo que permita que organizaciones políticas que inviertan accedan al Estado, y no organizaciones que presenten serias deficiencias al momento de acceder al poder. Esto es, debemos privilegiar organizaciones que han "invertido" y que tengan qué perder si es que no realizan una buena labor frente a organizaciones tipo "take-and-run" que no enfrentan costos reales si no realizan una labor en el Estado.
3. La descentralización, que es un componente esencial de la Reforma del Estado, debe implicar también una reforma política. Los alcaldes deben estar sujetos al estricto control de los miembros de sus localidades. Esto es, la descentralización no sólo es económica o fiscal sino fundamentalmente política.
4. Los organismos reguladores deben estar sujetos al control del Congreso, esto es, su rendición de cuentas es al Congreso.
5. El parlamento debe estar sujeto a la renovación por tercios y se debe aumentar el número de distritos electorales.
6. Las normas que gobiernan a los organismos públicos deben estar orientadas a premiar la eficiencia y el control debe ser sobre los resultados no sobre los insumos.
7. Los Ministerios deben tener, como en el caso de Nueva Zelanda, un responsable político y un responsable técnico, y así delimitar claramente las competencias de cada uno de ellos. De esta manera, la diferencia entre resultados y productos específicos es más fácil de realizar.
8. El sistema de remuneración debe estar atado a un sistema de promoción, y no debe estar constreñido a una escala monetaria donde el Presidente de la República es el que gana más. La remuneración primordial de los responsables del Ejecutivo es POLITICA.
Es evidente que Perú aún sigue en un proceso de Reforma del Estado, no obstante para que esta sea eficiente consideramos que se deben tomar en cuenta las opiniones anteriormente presentadas.
[1] Talavera Colugna, José. Portal de Asuntos Públicos de la PUCP. Disponible en: http://palestra.pucp.edu.pe/pal_est/?file=economicos/tavera.htm
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